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  Raquel   abril 02, 2018   772 views

Podemos encontrar a Alfonso Herrera en la portada de la revista Open México del mes de abril con una entrevista exclusiva que la revista le hizo para promocionar su más reciente proyecto, su regreso al teatro con la obra La Sociedad de los Poetas Muertos. Puedes leer la entrevista completa a continuación, así como ver la sesión fotográfica completa.

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Actor a prueba de todo

En la víspera de despedirse de su personaje en Sense8, el actor deja a un lado también su sotana de exorcista para meterse en la piel de John Keating, un profesor de literatura que sacude la vida de sus alumnos en la obra La sociedad de los poetas muertos…

A muchos costaría conciliar la idea de una exestrella pop y protagonista de una serie en una importante cadena estadounidense con la puntualidad y disposición en la que “Poncho” se manejó en esta sesión fotográfica. Durante la conversación, comprobamos que no sólo es un profesional sino también un artista que no reniega del pasado y que se sigue emocionando con los proyectos en los que se involucra.

Empezaste en teatro hace 17 años y regresas al escenario con La Sociedad de los Poetas Muertos. ¿Por qué esta obra?
Tenía muchas ganas de trabajar con Francisco Franco. Es un director sumamente completo que ha hecho proyectos televisivos de muy buena calidad, entendiendo perfectamente el formato y los tiempos. Su ópera prima —Quemar las naves— ganó dos premios Ariel y las puestas teatrales que ha hecho me han gustado mucho. La adaptación que hizo de Todo sobre mi madre al teatro me pareció increíble.
Por otro lado, volver a trabajar con Claudio Carrera y Tina Galindo me da mucho gusto e ilusión. Son personas muy series, que entienden perfectamente este arte y ésta es una puesta en escena que nos ayuda a recordar qué es lo que realmente nos motiva, nos mueve y nos inspira. La obra habla de poesía y tuve que adentrarme un poco más en los románticos —Walt Whitman y Percy Bysshe Shelley— y conocer más de su trabajo porque John Keating —el personaje principal— se apoya en esos poetas para inspirar a sus estudiantes. Creo que la coyuntura que vamos a pasar este año es bastante peculiar y una historia de esta naturaleza nos puede ayudar a recordar qué es lo que nos mueve y preguntarnos ¿qué sacrificaríamos para llevar a cabo eso que nos gusta?

Del bravucón de Amar te Duele al padre Tomás de El Exorcista, ¿con qué momentos te quedas de tu trayectoria?
Yo creo que con todos. Desde esa primera película hasta Rebelde, que me dio la posibilidad de viajar por toda Latinoamérica y tener una exposición masiva. Eso es algo que agradezco mucho. Tu pasado forma parte de lo que eres y mientras vas caminando, vas proyectando hacia dónde te quieres dirigir. Por ejemplo, La Dictadura Perfecta fue algo muy importante en mi carrera y le agradezco profundamente a Luis Estrada porque era algo sumamente arriesgado por la coyuntura que se vivía en ese momento, y creo que había un trasfondo muy potente y asumí esa responsabilidad que se tenía que contar, con un mensaje que se tenía que transmitir.

Tu primera intención fue convertirte en piloto y de ese sueño trunco saltamos al proyecto fallido de Urban Cowboy. ¿Cómo fue esa experiencia?
Fue una experiencia interesante porque después de hacer Sense8 se empezaron a abrir puertas. El mercado norteamericano es difícil y aunque hayas hecho cosas importantes en tu país, realmente ese mercado no les importa tanto. Recibí una invitación de Fox para reunirme con el equipo de casting y productores de la cadena donde me ofrecieron Urban Cowboy y me pareció interesante por la oportunidad de trabajar con Jim Belushi. Lo vi actuar un monólogo a cinco cámaras que a final de cuentas nunca apareció, pero fue increíble. También me entusiasmaba trabajar con Craig Brewer (Hustle & Flow), pero fue algo que ahí quedó y me sentí satisfecho al ver el resultado. Después —por decisiones ajenas a mí– no se concretó, pero se generó muy buena relación con Fox y me invitaron a trabajar en El Exorcista. El mismo equipo de casting me llevó con el showrunner Rolin Jones (Weeds, Amy Given Sunday), con Jeremy Slater y Rupert Wyatt (Rise of the Planet of the Apes). El hecho de trabajar y compartir escenas con Ben Daniels y Geena Davis ha sido genial.

¿No te dio miedo tocar un clásico como El Exorcista?
Lo comenté con Rolin y me dijo: “Si hacemos el segundo mejor exorcista ya vamos de gane”, porque llegarle a la película es realmente complicado. Es el santo grial del cine de terror y una de las grandes películas de la historia. Cuando me presentaron el piloto, les dije a mis agentes y a mi manager: “Esto es una pésima idea”. ¿Cómo puedes introducirte en un proyecto inspirado en El Exorcista? Es muy peligroso. Pero lo empecé a leer y a entender a los personajes y a ver esa conexión con la película y la hipótesis de lo que pasó 30 años después, siguiendo el camino de un joven sacerdote pasando por una crisis de fe y esa dupla que hace con otro sacerdote más experimentado. Hice el piloto sabiendo que tenía que pasar por muchos filtros y después de que los pasamos dijimos: —¡Esto es genial! Recibimos críticas muy buenas y el mismo estudio nos motivó a seguir.

¿Tardó en prender?
Sí. Tardó en darse a conocer porque íbamos en un horario complicado (viernes en la noche), pero fue avanzando a pesar de eso y ya vamos en la segunda temporada.

¿Habrá una tercera?
No sabemos. Estamos dependiendo de la fusión Fox/Disney. No sabemos si va a llegar gente nueva a valorar los contenidos. Quién sabe si a Mickey Mouse le vaya a gustar El Exorcista.

¿Fue difícil para ti trabajar en inglés?
Al principio, el estudio estaba un poco preocupado por mi acento. Yo les comentaba que si querían un padre mexicano para qué habría de modificar tanto el acento (porque lo querían más americano). Tanto los productores como el director decidieron que tuviera un acento mexicano y que eso fuera un asset para la historia, poniéndolo en un contexto bastante sólido y real.

¿Cómo fue trabajar con las hermanas Wachowski?
Increíble. Estoy muy agradecido con Lana, Lilly y James (McTeigue) porque tuvieron mucha paciencia. Especialmente en esta segunda temporada, Lana fue muy generosa porque yo estaba filmando la segunda de El Exorcista mientras ellos hacían el especial de dos horas con que cierra Sense8.
Ver cómo trabajan tanto Lana y Lilly Wachowski y trabajar con John Troll —uno de los fotógrafos más importantes del mundo— fue espectacular.

¿Cómo ves estas nuevas plataformas y la oportunidad que dan de producir material sin las restricciones de la tele abierta?
Creo que es una buena oportunidad para democratizar los medios: ya puedes ver los contenidos en el momento y en las plataformas que quieras. No necesitas estar sentado en un momento específico ni esperando a que alguien más dicte cuándo y con cuántos anuncios los tienes que ver. Tus ojos tienen ya cierta libertad —por decirlo así– y eso es algo que aplaudo enormemente porque todo mundo ha querido subirse a esa ola.

Antes de surgir #MeToo, que sacudió a la industria del entretenimiento, tú estabas ya involucrado en causas de reivindicación feminista como #HeForShe. ¿En qué momento se volvió importante eso para ti?
El feminismo es una lucha de derechos humanos y creo que todos somos iguales. Todos merecemos tener los mismos derechos y no se debe hacer diferencias. Si yo tengo la oportunidad de tener un micrófono enfrente para decir algo al respecto y apoyar éstas y otras causas, pues adelante.

¿Qué hay del futuro?, ¿existen planes para otra temporada de La ciencia de lo absurdo o para hacer cine?
Creo que sí. De hacerse, sería ya una sexta temporada de la serie y si eso ocurre lo compartiremos en su momento. Aparte de la obra de teatro, estoy planeando hacer una serie en México y –terminando— un proyecto cinematográfico.

  Raquel   noviembre 01, 2017   923 views

En la revista Maxwell México de noviembre 2017 podemos encontrar una entrevista que le realizaron recientemente al actor mexicano con motivo del estreno de la segunda temporada de El Exorcista. Puedes leerla a continuación.


Arte y oficio de un actor fuera de serie

Alfonso Herrera está viviendo uno de los mejores momentos de su carrera. Imparable, motivado y comprometido, se ha vuelto uno de los actores más reconocidos en la nueva ola de series televisivas y, por si fuera poco, no hace mucho se estrenó como papá del pequeño Dani, lo cual asegura, es la mejor experiencia que le ha sucedido en la vida.

Cuando Alfonso Herrera tenía 17 años vio su futuro en la aviación, de ahí que quisiera estudiar para ello en San Antonio, Tx. Sin embargo, la actuación apareció circunstancialmente en varios momentos de su vida y no es algo que le genere conflicto, sino todo lo contrario. Desde sus primeras telenovelas hasta el día de hoy (involucrándose en proyectos realmente exitosos), Alfonso ha demostrado que nació para estar frente a las cámaras.

Con su participación en las series Sense8 de Netflix y The Exorcist de FOX, Alfonso ha retado su talento y ha quedado bien parado internacionalmente. Precisamente, The Exorcist es lo que lo mantiene ahora ocupado. Al tiempo de nuestra entrevista, Alfonso se encontraba en Canadá para las filmaciones de la segunda temporada.

La serie ha obtenido excelentes opiniones, está inspirada en la novela y serie de películas homónimas, un ícono del drama y del terror. Alfonso hace del padre Tomás, quien tiene que luchar contra diversas fuerzas malignas. Mientras el proyecto ha demostrado que las cosas bien hechas pueden cautivar a todo un mercado afín a un género específico; Alfonso ha comprobado que los latinos están hechos para diversos tipos de papeles, no sólo aquellos que tienen qué ver con estereotipos desgastados. “En la primera temporada había un enlace muy fuerte con la película original de 1973; sin embargo, en esta segunda temporada nos estamos deslindando un poco más del original. Estamos navegando con mucha más libertad, explorando nuevas áreas geográficas en Estados Unidos; la primera temporada fue en Chicago y la segunda fue en el noroeste, que es toda la parte de Seattle y Montana. Son dos atmósferas completamente diferentes, lo cual la hace mucho más interesante y rica (con) ese contraste“, asegura Herrera.

El capítulo e, incluso, una parte del primer episodio de The Exorcist se filmaron en la Ciudad de México, de donde es originario el personaje de Alfonso, ello ha desatado rumores de que una tercera temporada podría desarrollarse en nuestro país. “Hablando un poco con el creador de la serie y el main producer, decían que probablemente les encantaría explorar la parte norteamericana de la cultura católica y que se les hacía un elemento muy interesante para incorporar en esta serie. Y pues bueno, eso sucedería si avanzamos a una tercera temporada. Todavía falta mucho tiempo“, asegura Herrera.

¿Cómo logras tener un abanico tan amplio de posibilidades al interpretar personajes tan diferentes entre sí?
Yo creo que, primero que nada, disfrutándolo. Yo disfruto mucho de lo que hago y disfruto mucho la creación de mis personajes. Realmente es muy divertido, me divierto mucho tanto en el proceso como en la creación, en la interpretación; hacer historias diferentes, buscar historias y personajes interesantes (…).

¿Consideras que representas un perfil de actor latino diferente, actual y moderno?
Considero que en muchas ocasiones se tiene una visión muy limitada de lo que nosotros como mexicanos representamos para los networks y para todas estas cadenas de televisión (…). Solamente hay que ver algunos programas de televisión y algunas películas para darte cuenta de cuál es esta visión tan cliché de lo que ellos creen que somos. Y algo que gusta mucho, especialmente tanto de El Exorcista como del personaje que interpreté en Sense8, es que son latinoamericanos, son mexicanos que no representan ese cliché y esa imagen errónea en la cual se nos posiciona. Nosotros como mexicanos tenemos una cultura realmente rica, tenemos cosas sumamente valiosas y creo que en esos proyectos tanto los creadores como los escritores nos han dado a los latinos la posibilidad de compartir algo mucho más aterrizado, que muestra algo tridimensional –no algo caricaturesco, por así decirlo–. Y es algo que yo celebro.

Como actor, ¿con qué tipo de proyectos sueñas?
Más que un proyecto específico, trato de ser coherente con lo que quiero compartir y con lo que quiero expresar. Yo creo que es importante escoger los proyectos; y no lo digo como latinoamericano, porque he tenido la fortuna y la posibilidad de trabajar por estos lares. Somos responsables de los papeles que escogemos para dar a conocer lo que somos (…). Mi única meta es seguir avanzando, seguir trabajando sin importar cuál sea el rumbo: hacia el norte, el sur, el este o el oeste. A mí lo que me importa es buscar historias y personajes interesantes, que puedan transformar o decir algo.

¿En algún momento te gustaría incursionar en la producción o escribir alguna película o serie?
No lo sé, probablemente. Creo que para poder meterte de lleno en una producción y poder estar del otro lado de la cámara, debes de encontrar un proyecto que te quite el sueño y algo que realmente te llene y digas ‘¡Va! Le voy a entrar al 100%’, y creo que eso no ha llegado por lo pronto y en este momento el sueño lo valoro muchísimo, especialmente con un pequeñito de unos cuantos centímetros.

¿Cómo ha sido la experiencia de ser padre?
Ha sido la montaña rusa más increíble y más interesante. Lo más increíble que me ha pasado. El proceso es lo que más te enseña; es la enseñanza más grande que me ha dado la vida.

¿Te ha tocado cambiar pañales?
Todo. Absolutamente de todo.

¿En qué entorno te gustaría que creciera tu hijo?
Me encantaría que viviera en una sociedad que pueda respetar las diferencias, que valore las diferencias. Creo que en este momento estamos viviendo momentos muy obscuros y un poco tenebrosos (…). Nada más es cosa de abrir un periódico o una revista y darte cuenta del caos en el que estamos metidos. Yo estoy seguro que, en algún momento, cuando pasemos por todo esto, vamos a volver a este punto, y yo espero que mi hijo pueda ser testigo de un mundo más respetuoso.

¿Crees que se pueda dar un cambio de conciencia, volver al origen?
Sí, yo creo que sí. Yo creo que las generaciones que vienen van a aprender de los errores que hemos cometido nosotros. Y creo que absolutamente todas las generaciones lo hacen (…). Espero que no volvamos al punto en el que nos encontramos ahora, es un mundo tan peculiar en el que nos encontramos en este momento (…). Ha sido un año lleno de cambios a los cuales te debes de adaptar, y en esa adaptación se encuentran muchísimos aprendizajes. Creo que ha sido un año sumamente complicado (…) con tantas situaciones que han pasado, desde el terremoto, los huracanes, Trump, todos estos movimientos que han ocurrido en Europa —casi casi arañando el fascismo—. Ha sido un año sumamente duro. Y vuelvo a lo mismo, espero que no regresemos a esto jamás.

 

Luego del inesperado cese de la serie Sense8, Netflix decidió filmar un último capítulo especial que durará dos horas; con filmaciones en Europa, Alfonso pasará de esa forma los últimos meses del 2017, con una dinámica complicada porque, por otro lado, debe estar también en Canadá para las filmaciones de The Exorcist. Pronto estará de regreso en México para las grabaciones de la quinta temporada del programa de comedia La Ciencia de lo Absurdo, así como para empezar los ensayos de una obra de teatro.

Revista Maxwell

  Raquel   octubre 25, 2017   516 views

En la revista Quién México de octubre 2017 podemos encontrar una entrevista que le realizaron recientemente al actor mexicano con motivo del estreno de la segunda temporada de El Exorcista. Puedes leerla a continuación.

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No cualquier demonio lo quema

Alfonso Herrera triunfa en Estados Unidos gracias a la serie El Exorcista y se sincera sobre los demonios internos con los que batalló para ser feliz.

Las posesiones diabólicas no son las únicas que Alfonso Herrera ha tenido que exorcizar. Con su regreso en la segunda temporada de El Exorcista, transmitida por FX, el actor confesó cuáles son los demonios internos que combatió para abrirse camino en Hollywood. “El pudor se tiene que exorcizar. Todos los seres humanos tenemos miedos e inseguridades. Debemos superarlos para poder vivir, para ser un poco más felices. Aprendí a salirme de mi zona de confort y cuando lo logré vinieron cosas muy buenas”, nos confiesa Alfonso.

Para el mexicano este proyecto no sólo consiste en ponerse la sotana y convertirse nuevamente en el padre Tomás, es una oportunidad de experimentar un género al que antes no era muy afín. “Es como una relación amor-odio, porque nos gusta que nos espanten, es algo excitante, pero al mismo tiempo es una sensación dolorosa. Me fui sumergiendo poco a poco en este género y ahora lo aprecio mucho. Es increíble”.

Aunque de sacerdote no tiene nada, de mexicano lo tiene todo y quizás el profundo amor a su cultura es la única cualidad que comparte con su personaje. “Ambos nos sentimos orgullosos de dónde venimos, de nuestras raíces. Es un hombre que elimina los estereotipos de los latinos en Estados Unidos”.

Para Alfonso no existe diferencia entre las producciones mexicanas y los proyectos que ha hecho para Netflix (Sense8), pues el trabajo es igual en cualquier parte. “Son los mismos cables, cámaras, luces y fierros en todos lados. Al final, es gente tratando de contar una historia”.

Revista Quién